Los pantalones ajustados o skinny jeans son una prenda que se ha puesto muy de moda y que queda bien con prácticamente todo. Pero cuidado, porque aunque se pueden ver en ti y ser ideales para cualquier ocasión, también podrían convertirse en tu peor enemigo. Usar un par de jeans más ajustado de lo que puede soportar tu cuerpo, podría llevarte incluso al hospital. No es una exgeración, es algo real y que ya ha sucedido.
En Australia, una mujer se vistió con su par de skinny jeans preferidos y fue a la casa de un familiar para ayudarle con la mudanza. Durante todo el día estuvieron cargando cajas de un lugar a otro, acomodando muebles y otras tareas que obviamente implicaban gran esfuerzo físico.
Para el final de la jornada, la mujer en cuestión se percató de que le costaba mucho trabajo estar de pie. No sentía la circulación en sus piernas y tampoco era capaz de moverlas, por lo cual rápidamente la trasladaron al hospital. Una vez allí los médicos confirmaron lo que sucedía: sus pantalones habían cortado la irrigación de la sangre, provocando gran daño en sus músculos y nervios.
Ella se quedó internada y después de un par de días en tratamiento, afortunadamente pudieron revertir el problema. Sin embargo esto le dejó una lección importante a la paciente y también al mundo entero.
Los pantalones ajustados no son malos siempre y cuando utilices unos de la talla correcta, y sobretodo que no te aprieten como una venda. Si buscas vestir los más apretados a pesar de que te sientas incómodo y más por estar a la moda, estarás generándole un daño gravísimo a tu cuerpo. Lo que le sucedió a la mujer australiana, según los doctores, pudo ser permanente.
Tómalo muy en cuenta la próxima vez que vayas a usar skinny jeans.
