Un estudio realizado por una revista especializada en psicología y ámbitos sociales, publico una nota en la que se considera que los hombres que tienen alto coeficiente intelectual o en palabras concretas, que son más listos tienen un número considerablemente menor de aventuras y le dan más peso o importancia a las relaciones de carácter estable, a diferencia de los que se considera que tienen un IQ bajo, estos optan por las relaciones fáciles o liberales, la revista los describe como ateos y fieles a las personas con IQ alto y creyentes e infieles al resto con IQ por debajo.
Se explica que para llegar a este resultado se efectuó un estudio que implicaba relacionar las conductas sociales y el nivel de inteligencia de hombres con edades diferentes, seleccionados al azar entre un grupo de personas. El psicólogo encargado realizó un análisis completo de dos bases de datos provenientes de Estados Unidos, los cuales eran: “El estudio nacional longitudinal de salud del adolescente” y “La encuesta general social”. Donde se midieron actitudes sociales y su IQ de los seleccionados.
Teniendo los resultados se recurrió a un estudio descrito por Kanazawa, quien decía que a lo largo de la evolución del hombre, estos siempre fueron polígamos, algo que cambio en el momento de asumir una relación monogámica, a esto se le denominó “novedad evolutiva”, que es totalmente lo contrario al hombre primitivo, quien es muy propenso a la infidelidad. De esta manera se puede entender perfectamente que las personas que tienen un IQ alto o mayor al normal son personas a las cuales les gustan las relaciones estables, por otra parte a los que están por debajo no, por lo que tienden a escoger la promiscuidad como camino principal.
Kanazawa también explica que dichos resultados no se asocian con las mujeres, ya que ellas nacieron siendo monógamas y esto no refleja una evolución en su trayectoria por la historia.