En los tiempos que corren, se han desvelado tantos tabús acerca del sexo que prácticamente pensamos que no nos falta nada por conocer acerca de él. Lo cierto es que este aspecto de la vida cotidiana aun tiene bastantes detalles que podrían sorprenderte y uno de ellos, es la recién aceptada demisexualidad, una condición de lo más peculiar que no todo el mundo percibe, pero que poco a poco comienza a volverse importante.
¿Habías escuchado hablar acerca del término alguna vez? Si tu respuesta es no, no debería extrañarte. Se trata de otro de esos temas que apenas comienzan a ver la luz, por lo poco usual que era que se hablara de ellos en el pasado.
¿Qué es la demisexualidad exactamente?
Se le conoce así al tipo de orientación sexual en el que una persona no siente deseos sexuales de ningún tipo, a menos que comparta un fuerte vínculo emocional con alguien más. Esto implica obviamente, que quienes la experimenten generalmente no sean tan sexualmente activos como el promedio de la población, ya que no buscan un encuentro meramente físico.
A causa de esto bien llegan a ser confundidos con asexuales; aunque nada más lejos de la realidad.
Un demisexual puede sentir tanto placer al tener relaciones como cualquier otro, siempre y cuando comparta esa conexión emocional con quien las sostiene. De hecho, para alguien que se caracterice por esta orientación resultará aun más difícil refrenar sus impulsos sexuales, pues se dejan llevar mucho por sus sentimientos y les cuesta decidir sexo por una cuestión que sea meramente racional.
¿Te sorprende saber todo esto? No cabe duda de que en el mundo siempre hay razones de sobra para quedarnos sorprendidos, ya sea en la intimidad o frente a todos los que nos rodean.
Y tú, ¿qué opinas acerca de esta “reciente” orientación sexual?
