Lo llaman “el hombre del brazo de oro” y a la fecha, ha logrado salvar la vida de miles de bebés con algo tan simple como donar su sangre. Su nombre es James Harrison y hay muchas madres que están agradecidas con él. Su historia es inspiradora y ciertamente, él es una persona única gracias a la particularidad con la que cuenta en sus células sanguíneas.
Muchos niños nacen con la enfermedad de Rhesus o Incompatibilidad Rh, que surge cuando la sangre de una madre es Rh negativo y la de su bebé es Rh positivo. Dicha condición puede desembocar en la muerte para el pequeño, ya que durante el período de gestación, el organismo de su madre puede crear anticuerpos que lo atacan al no reconocer su compatibilidad sanguínea.
Cuando se descubrió que Harrison tenía en su sangre unos anticuerpos muy poderosos que ayudaban a combatir dicha enfermedad, él no lo pensó dos veces. Ahora, cada semana él va al hospital australiano de la Cruz Roja para hacer donaciones con las que los médicos pueden elaborar una inyección para tratar la Incompatibilidad Rh. Una gran cantidad de bebés han nacido totalmente sanos gracias a su intervención.
A los catorce años, Harrison se sometió a una cirugía en la que recibió trece litros de sangre, toda ella donada por desconocidos. Ese suceso le salvó la vida y lo inspiró para continuar ayudando a los demás. Tiene una hija y es abuelo orgulloso de más de un nieto, además de ser un gran ejemplo para la sociedad.