Durante años, los remedios de la abuela han logrado captar la atención de todos por tener resultados milagrosos ante muchas situaciones, que a pesar de ser bastante efectivos, nos hace preguntarnos ¿de verdad funcionan? En realidad no tenemos pruebas científicas que avalen estos efectos de remedios de la naturaleza, pero solo podemos basarnos en que los resultados que obtenemos al utilizarlos sean los deseados.
Todos sabemos que las farmacias pueden otorgarnos cualquier medicamento capaz de calmar nuestras dolencias o molestias, pero cuando no tenemos a mano ninguno de estos, está la naturaleza para darnos soluciones. Por esta razón hoy veremos 3 mitos muy comunes sobre los remedios caseros de la abuela.
¿La papa disminuye la fiebre?
Suelen asociar la papa con la disminución de la temperatura en caso de tener fiebre. Hasta ahora no se ha comprobado que exista algún estudio que demuestre la relación para que este efecto se produzca.
¿El chocolate cura la depresión?
El chocolate se considera beneficioso para las personas que sufren de depresión, ya que al consumirlo, contribuye a la euforia, permitiendo que el estado de ánimo de la persona aumente considerablemente. A pesar de ser una solución muy efectiva a corto plazo, puede llegar a afectar a quien padece la depresión, teniendo en cuenta que no resuelve el problema de raíz. Para estos casos, es mejor consumir plátano, espinaca, espárragos y otros alimentos ricos en el aminoácido triptófano.
¿La sopa de pollo ayuda a curar el resfriado?
Todos recordamos que para el resfrío, la sopa de pollo es una gran aliada. Se pudo comprobar que al aspirar el vapor que despide esta sopa al tomarlo caliente, ayuda a descongestionar las vías respiratorias, sobre todo en la nariz, ya que las secreciones fluyen mejor. Al consumir el caldo, se evita la deshidratación y la irritación de la garganta.
Conclusión
A pesar de siempre existir una contradicción con estudios científicos, nunca hay que desestimar los beneficios de los remedios caseros, ya que en algún momento de apuros, podrán ayudarnos debido a que las propiedades de los alimentos y nutrientes favorecen al organismo sin dañar el hígado o riñones. Esto no quiere decir que hay que dejar los fármacos de lado y sólo usar remedios caseros, hay que balancear ya que lo que no hace uno lo hace el otro.
Aviso importante: Es altamente recomendable no sustituir los consejos de su médico. Le sugerimos encarecidamente que consulte a su médico cualquier duda o pregunta que pueda tener.