En la década de los sesentas un hombre que vivía en la provincia de Nevsehir, en la ciudad de Turquía, decidió remodelar por completo su casa. Para ello por supuesto, tuvo que hacer unos cuantos desastres dentro de su vivienda. Se puso a romper los muros a fin de hacer la remodelación pero ni siquiera se imaginaba lo que encontraría del otro lado. Con asombro, se dio cuenta de que había un enorme sistema de túneles interconectados que conducían a varias cuevas subyerráneas.
Recorriendo el lugar con más calma se percató también de que había muchas habitaciones y escalinatas. Había entrado en una de las ciudades subterráneas más curiosas de Cappadocia, tallada enteramente en piedra hace miles de años y que en su tiempo, había albergado a un número considerable de habitantes.
Su nombre es Derinkuyu y por hoy, es uno de los puntos turísticos más asombrosos y visitados de Turquía. Si bien esta tierra contiene otros lugares de mayor antigüedad y que se destacan por el mismo tipo de arquitectura, ninguna es tan profundo como este, que tiene dieciocho niveles en total.
Derinkuyu está estructurada como una especie de hormiguero, en el que las personas podían desplazarse de un lugar a otro sin ningún problema. Cuenta incluso con su propio sistema de ventilación y aunque sería la peor pesadilla de cualquier claustrofóbico, lo cierto es que en su época cumplía con una función muy importante. En este lugar, la gente se protegía de los desastres naturales y de la guerra, pues era difícil que los enemigos penetraran en un sitio tan oculto.
Se construyó de una manera tan bien organizada, que incluso dispone de habitacione individuales, tiendas, áreas de uso común, tumbas y hasta rutas de evacuación. También contaba con su propio sistema para obtención de agua fresca.
¿Verdad que es increíble?