Cuando Philippe Morgese se volvió padre soltero, su hija Emma tenía solamente un año de edad. Criar a una hija él solo suponía un gran reto y pronto se percató de que conforme creciera, tendría que aprender a peinarla. Esto es una tarea sencilla para la mayoría de las madres, pero los padres no suelen tener tanta suerte. De modo que se dio a la tarea de aprender a estilizar el cabello de su hija. Al principio le costó bastante trabajo pero como el tiempo, se volvió realmente bueno en ello.
Pronto, Emma comenzó a recibir muchos comentarios buenos sobre los fantásticos peinados que llevaba a la escuela, muchos de los cuales eran realmente elaborados.
Después, otros padres le pidieron a Philippe que les diera consejos para arreglar a sus propias hijas. Le hacían tantas preguntas a menudo, que decidió empezar a darles clases a todos, para hacer que otros hombres también tuvieran la oportunidad de ayudar a sus pequeñas. Lo primero que hizo fue acudir a una escuela de belleza y preguntar si podían prestarle algún salón vacío. La respuesta fue afirmativa y el lugar se acondicionó para recibir a varios asistentes.
Las clases de peinado comenzaron a promocionarse a través de Facebook y la respuesta que obtuvieron fue increíble. Siete papás llevaron a sus hijas a la primera clase y se les dio un pequeño kit con todo lo necesario para aprender.
Philippe comentó que todos batallaron al inicio pero se alegró de ver como ponían su mayor esfuerzo. Ahora, él se ha creado su propia página en Facebook, donde espera poder compartir todo lo que sabe para ayudar a más personas. Sus clases se han vuelto realmente populares y a día de hoy, no solamente son padres los que asisten, sino también madres.
No se ve a papás como él todos los días, ¿no lo crees?