El ser humano puede ser realmente cruel. Janet Zimmerman es una mujer que trabaja como voluntaria en un refugio para animales en Texas. Hace pocos días, estaba recorriendo el bosque de Spring en busca de un perro perdido. De repente, un maullido muy fuerte la sorprendió y decidió ir en busca del origen del ruido. Cabe decir que se llevó una gran sorpresa.
Oculto entre unos arbustos se encontraba un gato de color blanco y negro y no solo eso. El animalito había sido encadenado a un árbol. Janet se quedó estupefacta por el descubrimiento y como declararía más adelante, enseguida se dio cuenta de aquello no era un accidente. Alguna persona había abandonado al felino allí, como carnada para algún animal de mayor tamaño.
Se piensa que pudo ser una especie de sacrificio por Halloween, ya que hace poco fue Noche de Brujas y desgraciadamente, en esta fecha se llegan a dar casos de maltrato hacia gatos; sobretodo los de color negro.
Como era de esperarse, el gato fue desencadenado y llevado al refugio del que Janet es voluntaria. Allí, los veterinarios lo revisaron y se dieron cuenta de que solo tenía un año de edad. Afortunadamente no estaba herido y tampoco presentaba secuelas emocionales tras el incidente. Si no hubiera maullado en ese instante, probablemente nadie lo habría encontrado.
Los miembros del refugio llamaron al gatito Forest, y por el momento, se sabe que está todavía en una clínica local para animales. Además de todo, se han puesto en contacto con la organización Copper’s Cat Commune, la cual se dedica a rescatar felinos abandonados, para que se haga cargo de encontrarle una buena familia.
¿Qué piensas acerca de esta noticia? No cabe duda de que este animalito tuvo mucha suerte y le deseamos que pronto encuentre a buenas personas que lo adopten.